El escalofrío musical u orgasmo de piel
Fuente: Pixabay El diccionario de la Real Academia Española lo define como "culminación de la relación sexual". Según esa definición, sin sexo no hay orgasmo. Sin embargo, ¿qué tal si la música puede producir una sensación parecida? Cuando escuchamos un tema que nos gusta mucho, sentimos un escalofrío que recorre nuestra médula espinal. Se nos eriza la piel, la respiración se agita, sentimos cosquillas en los brazos y los hombros. Esa experiencia tiene un nombre: "frisson", término francés que significa algo así como "estremecimiento estético", olas de placer que recorren la piel. De ahí que algunos investigadores lo llamen "orgasmo de piel".
¿De dónde viene?
La Dra. Amani El-Alayli, profesora de psicología social en la Eastern Washington University, afirma que el efecto se puede deber a los cambios repentinos en el volumen, o un tono de voz inesperado que supere las expectativas, como sucedió con Susan Boyle en "Britain's Got Talent". Algunos científicos sugieren que la piel de gallina es un remanente evolutivo de nuestros ancestros, que servía para mantener el calor ante los cambios repentinos de temperatura. Si bien el uso de ropa eliminó esa necesidad, la estructura fisiológica sigue intacta, capaz ahora de producir el mismo efecto ante un estímulo cultural. Si bien a todos se nos pone la piel de gallina en algún momento... cuando tenemos miedo, cuando nos sentimos felices, cuando ganamos dinero en el casino online... solo entre el 55 y 86% de las personas sintieron alguna vez escalofríos al escuchar música. ¿Por qué?
Sentir o no sentir, esa es la cuestión
Cuanto más se sumerja una persona en un tema musical, más posibilidades tiene de experimentar el "frisson", como resultado de prestar más atención a los estímulos. Y esa posibilidad de sumergirse está relacionada con la personalidad. Para analizar el modo en que este escalofrío se relaciona con la personalidad, los científicos hicieron un test. Los resultados mostraron que los oyentes que experimentaron el "frisson" obtuvieron una puntuación alta en un rasgo de personalidad llamado "Apertura a la experiencia". Los estudios determinaron que la gente que posee este rasgo tiene una imaginación inusualmente activa, aprecia la belleza y la naturaleza, busca nuevas experiencias, y le huye a la rutina. Algunos aspectos de este rasgo son inherentemente emocionales (variedad en el amor, apreciación de la belleza) y otros cognitivos (imaginación, curiosidad intelectual).
La dopamina
Los científicos también descubrieron que escuchar música placentera libera un neurotransmisor en el cerebro llamado dopamina, que está asociado con sentir placer. Incluso la mera anticipación de algo placentero libera dopamina. Esta podría ser la clave para entender por qué la música, que no está relacionada con el instinto de supervivencia, puede inducir una reacción tan poderosa. Investigadores de la McGill University, en Montreal, realizaron un estudio para medir la liberación de dopamina en participantes que reaccionaban a estímulos musicales. Cuanto más fuerte era la emoción, más significativo el resultado. Cada vez que un participante sentía un escalofrío en su columna vertebral, los investigadores lo anotaban en sus cuadernos. Esto ayudó a detectar el punto exacto en que los voluntarios sentían el máximo placer. Finalmente, el análisis de los datos recopilados determinó que la transmisión de dopamina era mucho mayor cuando los participantes escuchaban su música favorita. Nada menos que un 9% superior.