Las mentiras más grandes de los cazatalentos

diciembre 18, 2018

Fuente: Pixabay La búsqueda de empleo no es fácil. De hecho, puede ser una de las épocas más estresantes y angustiosas de toda tu vida. No contar con unos ingresos fijos hace que probablemente te sientas presionado en muchos sentidos y estés dispuesto a aceptar la primera oportunidad laboral que se te presente. ¡O quizá tengas la esperanza de ganar a lo grande en tus juegos de casino preferidos y que trabajar para ganarte la vida se convierta en cosa del pasado! Hagas lo que hagas, resulta que a veces debes tener cuidado con la gente que te ayude a buscar empleo y que saber un poco más acerca de los cazatalentos, los reclutadores y similares es muy útil.

¿Quién se encarga de qué?

Al buscar trabajo, pasarás mucho tiempo tratando con reclutadores y cazatalentos. Quizá creas que son lo mismo. En absoluto. Un reclutador trabaja para una empresa y recibe un salario independientemente de si acabas o no aceptando el puesto. Un cazatalentos, por otra parte, es un profesional autónomo al que solo se le paga en caso de que aceptes. Por lo tanto, los cazatalentos pueden ser engañosos e incluso intentar manipularte en su propio beneficio. No insinuamos que todos sean unos embusteros, pero algunos sí lo son. En caso de que estés buscando trabajo, aquí te indicamos algunas cosas importantes que debes saber al lidiar con un cazatalentos.

Eres el candidato perfecto

Que te digan que eres el candidato perfecto sienta bien, sí, pero muy a menudo no es cierto. Una de las peores pesadillas de un cazatalentos es que rechaces el puesto: para él o ella significaría mucho tiempo y esfuerzo en vano y conllevaría perder un sueldo. Como ya hemos señalado, a esta persona solo se le paga si se cubre el puesto. De ahí que los cazatalentos muchas veces aseguren a los candidatos que son ideales para el trabajo en cuestión para así evitar que sigan buscando otras ofertas. Tenerte entre la espada y la pared es lo más conveniente para ellos. Por supuesto, podrías ser el candidato perfecto. Pero también podrías ser uno entre muchos. La cuestión es que, si te dicen esto, no dejes de buscar trabajo en otras empresas y ni se te ocurra rechazar a otras interesadas en ti. No te cierres puertas. Nunca se sabe cuándo podría aparecer una oportunidad mejor, por lo que esperar de brazos cruzados no es la actitud más recomendable.

 

Encontrar un buen puesto para ti es prioritario

La prioridad de un cazatalentos consiste en cubrir un puesto para que le paguen. Tú no eres la principal prioridad y que consigas trabajo tampoco lo es. Ocupar vacantes y recibir su nómina es siempre lo primero. Pero es lógico. El caso es que nunca tendrás preferencia sobre un candidato mejor, si lo hubiera, porque en cierto modo eres el elegido. Por otro lado, si alguna vez te intentara cobrar, deshazte de ese cazatalentos lo antes posible. Cuando cumpla su parte del contrato, la empresa para la que trabaje le pagará, por lo que, desde luego, tú no debes correr con ningún gasto.

Cazatalentos que reescriben tu currículum para ayudarte

En algunos casos, es cierto. Puede que tu currículum necesite algún retoque para ayudarte a conseguir un trabajo. Sin embargo, recela siempre que te encuentres con que lo han cambiado por completo y añadido detalles para que encajes en un puesto para el que ni siquiera estás cualificado. Puede que parezca una buena idea, incluso fantástica si llevas mucho tiempo buscando trabajo, pero no hay nada peor que acabar en uno desastroso por el simple hecho de que no seas capaz de llevarlo a cabo. Fíjate bien en los cambios que hayan hecho en tu currículum y asegúrate de estar de acuerdo con ellos.

Este trabajo te encantará

Claro, puede que sea amor a primera vista. Pero, recuerda, solo les pagarán si aceptas el puesto, y lo más probable es que quieran que sea a cambio del menor tiempo y esfuerzo posible. Así que, aunque seguramente estés ansioso por trabajar, no permitas que te den gato por liebre. Sé exigente. Al fin y al cabo, será una parte importante de tu vida, seguramente durante varios años. Toma distancia y reflexiona largo y tendido antes de aceptar una oferta. No es oro todo lo que reluce.